Ella viene con tacos bien altos, vestida de oficina, ella camina y mira a todos mal. Apoya su cartera de quinientos mangos arriba de mi mostrador. Nos mira a mi y a él con cara de asco. Ella seguro nunca entro a una librería. Lo pienso, no lo digo aunque estoy a punto.
-Quiero un libro de colegio.
-Digame el titulo señora. -Le respondo-.
El señora le duele, me mira con cara de insolente, a punto de decirme pendeja de mierda que tenes 22?, y yo me rió, tengo más.
-Saltarin, a ver espera, no le entiendo la letra a mi hijo.
¿Que clase de madre no le entiende la letra a su hijo?pienso por dentro.
Mi compañero me mira, sabe que en cualquier momento la puteo, interrumpe y le dice:
-Si, señora, Saltarin, es asi...¿que numero?
-¿Como que numero? responde enojada.
-Claro, hay Saltarin 1, Saltarin 2 y Saltarin 3...
-Ay pero no se!
-¿Como que no sabe? ¿no le dijeron?
-No.
-Señora -interrumpe nuevamente mi compañero- ¿en que grado esta su hijo?
(silencio)
-No se, creo que segundo.
...
Sin palabras, escuchar esto o sitaciones parecidas me harta.
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