¿Se puede amar a una editorial? ¿Se puede admirar a un editor?, no se si se puede. Capaz simplemente sea algo parecido..

Admiro con locura al Sr Jorge Herralde. Es algo que va más allá de todo lo que me rodea en cuanto a literatura. “El observatorio editorial” es uno de mis libros de no ficción preferidos. Herralde estuvo en Buenos Aires el año pasado y me volví casi loca para conseguir su contacto. Ya me disponía a inventar una excusa para faltar a la librería y partir a la ciudad de La Plata donde le harían un homenaje. Seduje telefónicamente a un administrativo de la universidad donde se presentaba en Buenos Aires para que me dijera a que hora era y si podía asistir cualquier persona. Ese mismo chico me robo el número de teléfono muy rápidamente y me informo que se presentaba en La Plata y en otro lugar en Buenos Aires. Me escape del trabajo para ir al teatro donde se presentaría en Buenos Aires y cuando llegue estaba cancelado. Logre un contacto con la prensa de Riverside en dos minutos para que me diga a donde iba luego. A Uruguay al otro día. En plena desesperación…llame al Alvear. Siempre que Jorge Herralde viene a Buenos Aires se queda en el Alvear. Llame…caradura como soy yo. Me pasaron con la habitación…me atendió Lali, la esposa y me paso con él.

No voy a contar lo que hable porque me lo guardo para mi. Hable media hora con él.

Llore como una boluda.

Y después al otro día me fui al Alvear.

Mas tarde recibí un mail de él.

Y no cuento nada más…

Pero a lo que voy es que lo admiro y como admiro a Herralde, así me gusta tanto Anagrama.

Anagrama es para mi una de las mejores editoriales, por el catálogo, (ya que el catálogo habla por el editor, es la carta de presentación). También por la edición de sus libros. Por sus colecciones. Anagrama tiene mi colección preferida de libros: Compactos.

Cuando hace un año tuve que hacer una biblioteca nueva para mi casa (porque los libros terminaban en cajas) me hice una biblioteca especial para la colección Compactos. Me faltan muchos aun pero espero algún día tenerlos todos.

Trilogía de NY (uno de mis libros preferidos) estaba agotado en Riverside en la versión Compactos.

Desde noviembre del año pasado que estaba llamando.

Yo quiero comprarlo donde trabajo, ya que tengo descuento, pero así puedo comprarme también “El loro de Flaubert” en esa colección.

Hoy entre a la pagina de mi librería preferida y lo tenían disponible.

Entre a la competencia y también lo tenían.

Nosotros no.

Entonces llame a Riverside, me dijeron “Si…esta” ok.

Fui a la caja donde se encuentra el famoso cuadernito donde se anotan los pedidos y a la encargada del block en blanco (que ya no soy yo..Por suerte!) Anote el pedido y le puse…”esta en edición compactos”. Ella me dice “¿Y vos te crees que vamos a ir a buscar un libro para vos”.

A mi los chistes tontos no me gustan, así que me enoje y le tache el pedido.

No hice nada.

Llamo a la sección compras de la librería, pido con el encargado y le pido por favor que me lo consiga, para el lunes.

Respuesta del encargado:

-Esta semana lo entregan del exterior.

(Me esta gastando?? Pienso yo)

-Ya lo tienen en todas las librerías, hable con Riverside y me dijeron que lo tenían. Quiero el compacto no el grande. ¿Puede ser?

-Pero me llego el mail…

-Por favor ¿me lo conseguís?

-¿Segura esta?

-Si.

-Bueno genera el pedido.

Genere el pedido, hable con Riverside, escribí en el block en blanco asi no venden el libro, el lunes supuestamente lo tengo.

Pedí autorización hice toda la burocracia.

Si el lunes el libro no esta…chau no compro mas ahí…yo no valgo un 30% de descuento. Ya por lo anterior. Como vendedora soy una cosa, como clienta soy otra.

Es la tercera oportunidad.

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